Druidas del Siglo XXI
La ausencia de verde es lo cotidiano. Deambulamos entre máquinas y cemento con pequeños matices de plantas o animales. Nos propiciamos infinitas comodidades para evitar hasta el más mínimo padecimiento y de ese modo nos alejamos de la tierra. En la era de los smartphones y el Big Data parece que poco sabemos acerca de cómo vivir en armonía con la naturaleza. Un arte que nuestros ancestros aprendían día a día.
¿Qué fue de los druidas? Aquellos sabios se ocupaban de la naturaleza, de la filosofía, astronomía y medicina, entre otras. Eran la “comunidad científica” y religiosa de la época y se organizaban en círculos donde debatían y consensuaban.
Según los relatos de Posidonio, los druidas profesaban una forma de panteísmo: identificaban la divinidad con el cosmos entero y los hombres participaban en el ciclo perpetuo de la naturaleza. Sólo importaba la pureza del alma. Todo lo demás, la vida terrenal y sus muestras materiales, carecía de valor alguno. Por ello, los galos nunca dejaron monumentos u obras de arte que testimoniasen su ingenio.¹
El trabajo duro de los druidas era sobre si mismos, era una adaptación del cuerpo al cosmos, de la diferencia originaria a la naturaleza una. En eso empeñaron su tiempo, en lograrlo y en mostrarlo a sus discípulos exclusivamente mediante la transmisión oral.
Con la conquista romana, los adversarios de César fueron eliminados y gran parte de la nobleza asimiló los valores de Roma. Los últimos druidas auténticos acabaron desapareciendo. Los que reivindicaron ese título algunas décadas o siglos después no eran ya sino adivinos o brujos de poca monta. Ninguno había recibido la estricta educación oral que había sido el secreto de los druidas: veinte años de estudios en los que los aspirantes a druida adquirían el inmenso conocimiento de sus mayores.²
Quizás por precaución de que su conocimiento cayera en las manos equivocadas los druidas se ocultaron, deliberadamente disolvieron sus círculos o fingieron haber desaparecido. De cualquier modo la transmisión de su sabiduría sufrió una ruptura.
Hoy, milenios después de la conquista de la Galia y de la caída de sus conquistadores romanos, nuevos druidas están comenzando a reconstruir lo que se había perdido. El Revivalismo Celta intenta muy seriamente una restauración, reconstrucción y finalmente la creación de una nueva tradición druídica. La hermandad druídica Dun Ailline afirma:
No hacemos ninguna propaganda fantástica acerca de una tradición “que tiene continuidad de las épocas de los antiguos celtas“. Cualquier grupo o persona que afirme eso necesita psicoterapia, es crédula o miente…… o quizá las tres cosas a la vez.³
¿Podrán estos nuevos druidas inspirar a los hombres para que vivan acordes a la naturaleza, en paz y armonía o desaparecerán sin dejar rastros como sus antiguos predecesores?
2- Ibíd
3- Hermandad Druida Dun Ailline