Camus: el absurdo como punto de partida

Si hay un dios ¿Cómo soportar no serlo?1 


El cosmos es irracional y caótico. Lo racional es un rasgo humano y exigir eso al cosmos es absurdo. Absurdo no es el hombre ni el mundo, sino la relación entre ambos.2 Son las expectativas humanas de orden y racionalidad, las ilusiones, las fantasías de dioses y otras vidas el alimento del absurdo. El absurdo es la desproporción entre las expectativas humanas y la realidad caótica. Reconocer el absurdo es poder plantear un límite a la razón, es evitar un exceso de racionalidad. Pensar la vida sin Dios, sin reencarnación, cielo, Valhalla o Nirvana es la apuesta filosófica de Camus. No hay plan divino, ni destino, ni olimpo; la vida no es una prueba, no somos especiales, no hay almas eternas y, aunque muramos con un hacha en la mano, no iremos al festín de los dioses para luchar en el Ragnarok contra los gigantes de hielo. Debemos asumir que no siempre la verdad coincide con lo que deseamos. Después de haber aceptado todo esto, Camus plantea una pregunta filosófica fundamental: ¿Vale la pena vivir la vida? La respuesta (spoiler) es sí. Porque no es otra vida imaginaria la que le da valor a esta vida, porque no es el objetivo de color post morten el que debe dirgiir la vida, porque no necesitamos consuelo para vivir, sino aceptar la inmanencia de la propia vida. Porque la felicidad nace de la ausencia de esperanza.3 Eso, creo, diría Camus pero cada uno debe responder por sí mismo.   

<<No me gusta creer que la muerte abre otra vida. Para mí es una puerta cerrada. No digo que sea un paso que hay que dar, sino que es una horrible y sucia aventura. Todo lo que se me propone tiende a descargar al hombre del peso de su propia vida.>>4 La visión de mundo tiene una dimensión estética para Camus, si hay otras vidas esta no es “la vida” es, tan sólo, una más.

<< Había regresado hacia Florencia a lo largo de la colina que descendía en dirección a la ciudad que se ofrecía con  todos sus cipreses. Ese esplendor del mundo, esas mujeres y esas flores me parecían ser la justificación de esos hombres.>>5

Flores, sonrisas y deseos de mujer, eso es lo que particularmente a Camus da ganas de vivir6, es lo que le hace aborrecer la muerte: el perderse esas cosas mundanas.

Camus es un optimista y un hedonista, un disfrutón. El mar, el sol, el sexo, el amor, los amigos, los paisajes, el teatro, la música, la literatura, los viajes. Todo eso le da sentido a su vida. Pero para poder disfrutar de eso, también tiene que ocuparse de los asuntos políticos, en su caso, de la ocupación Nazi en Francia, donde Camus, enfermo de tuberculosis, escribió cientos de editoriales del periódico Combat informando a la resistencia.7 En su ensayo el desierto dice: <<¿Que es la felicidad, sino el simple acuerdo entre un ser y la existencia que lleva?>>8 No se si siempre se puede estar de acuerdo, pero autoengañarnos es algo que nos aleja de la felicidad. Una vez que alguien reconoce una verdad no le queda otra que pagarla, que vivirla. 

Incluso para aquellos que se consuelan diciendo que estamos hechos de estrellas o de la misma materia que el universo y se engrandecen fuera de su vida, Camus nos advierte: <<Que tentación identificarse con esas piedras, confundirse con ese universo ardiente… Esto claro está, es inutil, pero hay en cada hombre un instinto profundo que no es ni el de la destrucción, ni el de la creación. Se trata tan sólo de no parecerse a nada>>9

El apetito de Camus de no parecerse a nada no le impide acordar con Nietzsche en que sus enemigos son quienes quieren derribar y no crearse a sí mismos.10 El absurdismo no es un nihilismo, sino una filosofía de negar la trascendencia para poner énfasis en lo cotidiano, incluso la propuesta profética marxista de encontrar la felicidad en la sociedad sin clases le parecía un reemplazar el más allá por el más tarde. Creo que estaría de acuerdo con Machado en que toda la vida es ahora y ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. La apuesta es decir sí al mundo, recrearlo, recrearnos a nosotros mismos y convertirnos en artistas y creadores.11 Aunque suene todo un poco a romanticismo tampoco la propuesta de Camus es una resignación poética. Acepta la muerte como fin, la vida como finita y dice sí a la opción de vivirla. Jamás nos dirá cómo hacerlo, porque no es ni un gurú ni un coach, asume que cada uno tiene que buscar su propio sentido, su propio rumbo, forjar sus herramientas e inventarse a sí mismo. Aunque es obvio que todos tomamos algunas cosas prestadas por el camino.  

Ahora, ¿Por qué eligió a Sísifo como campeón entre todos los héroes míticos? Porque hizo lo que él hubiera querido hacer, logró una rebelión imposible, engañó a la muerte para poder vivir un tiempo más y disfrutar de su esposa, de su casa y de su ciudad. Porque incluso en un mundo lleno de dioses y magia Sísifo supo apreciar lo maravilloso de la vida cotidiana y encontró una felicidad humana. Quizás eso, para quien sabe apreciarlo, es más que suficiente.


1-  Camus citando a Nietzsche en El hombre Rebelde LOSADA Pág. 89

2- Cf. ibíd. Pág. 43

3- Cf. Camus A - Bodas El verano, DEBOLSILLO, Pág. 61.

4- Ibíd. Pág. 25

5- Cf. Ibíd Pág. 57

6-  Ibíd. Pág. 27

7-  Ver Café Kyoto https://youtu.be/V3SLBFSf9us

8-  Ibíd. Pág. 59

9-  Ibíd. Pág. 95

10-  Cf. CAMUS A. - El hombre rebelde LOSADA Pág.16

11-  Cf. Ibíd. Pág. 89