La buena y la mala vejez

En el SBS del tomo 82 de One Piece un fan pregunta a Eichiro Oda por qué hay toneladas de personajes viejos en su historia, a lo que el mangaka responde:

¡Me encantan algunos tíos viejos! Siento que la edad agrega un nuevo sentido de profundidad a los personajes masculinos y femeninos. ¡One Piece tiene toneladas de ancianos realmente interesantes! Pero en el mundo real, la edad suele traer a la gente a un estado más débil... y siempre me ha disgustado cuando hay algunos jóvenes por ahí que simplemente no pueden tener un poco de respeto a estas personas mayores. Así que con One Piece, he traído a la vida una de mis innumerables fantasías: la gente vieja es súper cool y han mantenido su fuerza a lo largo de los años.
Un día, ustedes también envejecerán. ¡Sería genial si todos ustedes podrían permanecer apenas tan fuertes como son los viejos de One Piece!

La fantasía de Oda es que la vejez no venga acompañada de debilidad, sino que conserve mucha fuerza y vitalidad. Es una forma de mostrar a los ancianos el respeto que se merecen. Sin embargo, no todos los personajes envejecen así en su obra, se requieren ciertos méritos. 
Por otro lado, es muy común también que la gente le pida a Oda que dibuje a sus personajes en edades avanzadas y, como los oráculos griegos, el mangaka siempre dibuja dos destinos: uno bueno y otro donde las cosas no han salido tan bien.
En este caso Oda dibuja a su protagonista a los 40 y a los 60. La diferencia es notable: en el futuro malo Luffy ha perdido sus rasgos juveniles y considera que ser el rey de los piratas es sólo un sueño, no una meta.  

En el caso de Nami es más evidente aún. En su futuro malo sus vicios se han acentuado y ha caído de lleno en la avaricia.
Lo mismo sucede con Usopp que en su futuro malo es tan solo un viejo mentiroso, mientras que en el otro escucha el llamado de la bandera pirata, listo para la aventura.
Zoro ha alcanzado un estilo de cinco espadas a los 60 en su buen futuro y ha abandonado ese arte en el futuro donde las cosas no salieron tan bien. 
Sanji tiene dos pasiones: las mujeres y la comida, incluso a los 60 sigue convencido de pescar en el mar donde se encuentran todos los peces del mundo. En su futuro malo ha perdido la pasión por la gastronomía y finalmente se convierte en aquello que más odiaba: su padre. Si bien no pierde su fuerza, se pierde a sí mismo. 
Nico Robin a los 60 se ve más joven que a los 40 y sigue investigando los secretos del mundo, mientras que en su futuro malo ha tirado todos sus libros.
Chopper en su futuro malo se convierte en un monstruo que devora humanos. Y en su futuro brillante consigue hacer medicinas que curan hasta a los "idiotas sin remedio". 

Creo que ya deben entender por donde viene el argumento con estos ejemplos. Solo envejecen bien en One Piece aquellos que no han abandonado sus sueños, que no han perdido su voluntad y han tenido la disciplina de no rendirse ante sus vicios y convertirse en idiotas sin remedio. 

Para aquellos que no tienen en sí mismos recursos para vivir bien y felizmente, toda edad es penosa; pero para quienes buscan todos los bienes en sí mismos, nada que provenga de la necesidad natural puede parecerles un mal.1

Puede aplicarse esta idea de Cicerón a todos aquellos que han logrado convertirse en la mejor versión de si mismos, en su versión soñada o que siguen luchando para conseguirlo. Es que Oda no premia sólo el éxito, porque sus personajes fracasan y mucho; valora el esfuerzo, el no rendirse y la voluntad de conquista, lo que en japonés se dice 覇気 (Haki). 

La vida misma es voluntad de poder. La conservación no es el instinto más fuerte. Lo que quiere es más poder, más crecimiento, más expansión.2

Estos futuros alternativos parecen coincidir con la idea Nietzscheana de la voluntad de Poder: Las personas crecen, se afirman y se intensifican con los años o terminan por bloquearse, reprimirse y volverse en contra de si mismas. No hay términos medios. Tú debes convertirte en quien eres, dice Nietzsche en Ecce Homo y esa conversión requiere enfrentarse a una prueba existencial: la de no rendirse en la búsqueda de la versión soñada de uno mismo. Aquellos buscadores son los que, tengan éxito o no, morirán con una sonrisa y sin arrepentimientos.

1 - Cato Maior de Senectute, IX, 28
2- La voluntad de poder (Der Wille zur Macht), Fr. 259